Joaquín Pérez Becerra: Una condena efectiva pero
“cibernética”
Por Dick Emanuelsson
e Ingrid Storgen, ANNCOL
En la primera
entrevista otorgada a un medio después de la sentencia de ocho años de cárcel,
el director de la Agencia de Noticias Nueva Colombia, Joaquín Pérez, habla y
analiza el caso, el juicio y la sentencia en su
contra.
– La Fiscalía no probó y el juez me condenó sin una sola prueba. El
juez violó el debido proceso del derecho a la defensa y los derechos
fundamentales a la presunción de inocencia, libertad de expresión y todos mis
derechos a la dignidad humana que son fundamentales. En conclusión, estamos
frente a un fallo político.
Ese es el resumen central de Joaquín Pérez en la siguiente entrevista
a ANNCOL, comentando la sentencia.
– Soy inocente de los cargos. La Fiscalía no logró probar nada y él
(el juez) me condenó sin pruebas convincentes.
Dice el compañero que en la práctica el juez lo condenó con la
información que el investigador Jaime Lizarazo Pidiachi bajó de
Internet.
– Nunca
se presentaron documentos que demostraran que yo tendría contacto directo o
indirecto con las FARC. Nunca demostraron que yo me haya reunido alguna vez con
Raúl Reyes o Iván Márquez (comandantes del Secretariado de las FARC). El mismo
investigador dijo que no sabía si me había reunido o no con ellos. Nunca
demostraron hechos circunstanciales, es decir, que en tal época, en tal lugar,
haya habido un acuerdo de voluntades para fortalecer la organización armada de
las FARC, etcétera. No me identificaron como partícipe de la Comisión
Internacional de las FARC, solo hubo suposiciones y especulaciones mentirosas,
continuó hablando Joaquín sobre la labor de la fiscalía y la sentencia.
RESULTA TRAGICÓMICO QUE EN esta época cargada de
avances tecnológicos, la “justicia” deba apelar a archivos googleando páginas en
las que se apoyarán, luego, para condenar a una
persona.
Y lo peor es que existen jueces capaces de bajar el martillo acusador
aún sabiendo que las únicas pruebas que se encontraron contra un luchador
popular, están basadas en esa herramienta fantástica que suele convertirse en
obscena cuando de “justicia” se trata.
Joaquín Pérez Becerra se encuentra en prisión y atravesó un juicio
lleno de irregularidades. Tantas como las que se produjeron cuando su detención
en Venezuela, lugar desde el que partiría de manera forzada e inmediatamente,
entre gallos y madrugadas, rumbo a la patria que lo viera nacer, para luego, con
los años, expulsarlo tal como ha hecho con miles de otros luchadores y
luchadoras.
Rodolfo Ríos |
Rodolfo Ríos, el abogado de Joaquín Pérez, fue negado a tomar parte
de las evidencias que este lunes se examinarán en el Juzgado de Bogotá para
tomar la decisión sobre la apelación que la defensa ha solicitado hacer contra
la sentencia a Joaquín. El Juzgado no quiso prestar las evidencias con el
argumento que el juez es quien autoriza eso. Y él estaba
ausente.
– Yo no tengo porque probar mi inocencia. Ellos tienen que probar mi
culpabilidad, y no lo hicieron. Es un principio universal en todo el mundo. Yo
no soy culpable de nada ilícito o al margen de la ley, en Suecia ni en Europa,
inclusive tampoco en Colombia, jamás he cometido delitos.
– Porque yo, desde
1995, no he estado en Colombia. La última vez que pisé tierra colombiana fue ese
año, cuando fui invitado por la Unión Patriótica (UP) para conmemorar el 10º
aniversario de la Unión Patriótica y del genocidio contra mis compañeros de la
UP. Fue un evento en Plaza Bolívar dirigido por Aída Abella, presidenta nacional
de la UP. Allí di un discurso desde la grada de la Catedral, en la Plaza
Bolívar.
DICE QUE EN SUECIA,
país
que lo aceptó como ciudadano luego de su persecución, es un asalariado, no posee
pertinencias de ningún tipo.
– Yo tengo mi salario como cualquier persona tiene en Suecia, vivo
con mi familia pero no tengo fortunas, ni villa (mansión). Lo que es innegable
es que he desarrollado mi actividad sobre el tema de solidaridad con Colombia. Y
ahí está la página de ANNCOL denunciando lo que ocurre en esa tierra. No hay
país en el mundo en el que puedan decir que cometí algún tipo de
delito.
Para efectivizar su condena, la fiscalía, llena de
irregularidades, contradicciones e inconsistencia, si bien no pudo alcanzar
ninguna prueba condenatoria, utilizó hasta los favores de informantes, que como
es fácil imaginar, abrieron su bocaza de la que solo salieron
mentiras.
Por ejemplo, un hombre despechado aseguró conocer a Joaco desde su
participación en la JUCO. No obstante careció de pruebas que lo demuestren y
justamente no pudo, por ser esa, una mentira atroz ya que el compañero actuó,
mientras vivía en Colombia, dentro de las filas del Partido Comunista y no
dentro de la estructura de la Juventud Comunista
(JUCO).
JOACO CONOCIÓ EN ESTOCOLMO a ese “sapo”
contratado como elemento acusatorio, pero jamás intercambió una palabra con él
por encontrarlo una persona por demás repugnante.
– El
sapo de Estocolmo decía que me había encontrado en Caquetá (departamento en el
sur de Colombia). Pero yo nunca he estado en allí. Dijo que yo lo había
reclutado en una sede de la JUCO (Juventud Comunista). Yo nunca pertenecí a la
JUCO, yo ingresé directamente al Partido (Comunista Colombiano, PCC). Dijo que
me había llamado a Estocolmo y por órdenes de Romaña (comandante de las FARC que
no tiene nada que ver con relaciones internacionales de las FARC, nota del
redactor), decía; ¡“llama
a Roberto Gutiérrez (el supuesto alias de Joaquín Pérez), él es enlace (de las
FARC) en Europa”! Y dijo que me había llamado.
– Eso
es falso, yo nunca hablé con ese tipo. Yo lo conocí en Estocolmo en un evento
del Partido de Izquierda (Vänsterpartiet, ex partido comunista sueco al cual
pertenece Joaquín) y me pareció repugnante. Nunca volví a tener contacto con él.
Es un mentiroso, preparado por el señor Lizarazo Pidiachi, que es un
investigador de la Fiscalía que fue a Estocolmo a tratar de inducir para que
hablara contra mí.
SEGÚN JOACO, el “Sapo de
Estocolmo” hace
parte de una red de informantes en Europa que tienen la tarea de perseguir y
hacer inteligencia contra los exiliados del PCC, UP y los otros movimientos y
partidos opositores colombianos, víctimas del terrorismo de Estado que se
ejecuta en esa tierra.
– Yo, Joaquín Pérez, lo voy a denunciar ante el gobierno sueco por
injuria, calumnia y falsedad.
Joaco, dada la tremenda situación de injusticia que padece, asegura
con la firmeza de quien sabe que no es por medio de la mentira que se pueda
condenar a nadie, exclama:
– Denunciaré al estado colombiano como difamador, apoyado en falsos
testimonios violando todos los principios, lo que es algo gravísimo, ya que
hasta ha logrado convencer al juez para la resolución
final.
Y hay testigos de todo lo que han hecho para alcanzar el
convencimiento, agregó. La denuncia se hará ante el estado sueco por calumnia,
difamación y falta a la verdad. La denuncia abarcará al conjunto del estado
colombiano por apelar a ese tipo de personas como herramientas fortalecedoras de
la mentira y la difamación.
EN ESTOS DÍAS CAPTURARON en Venezuela
al narcotraficante colombiano ´Loco´ Barrera. Barrera no fue extraditado a
Colombia, con la urgencia con que se extraditó a Joaquín (72 horas luego de su
captura) y que ya lleva 17 meses en la cárcel siendo además sentenciado a ocho
años de prisión en un montaje descomunal.
– Soy
marxista, leninista y bolivariano, estas coincidencias con las Farc no me hacen
miembro de esta organización insurgente. Para mi la guerrilla de las Farc actúa
como un contradictor político serio con propuestas posibles para solucionar el
conflicto interno, esta apreciación no me hace automáticamente militante de
ella. Hoy el gobierno enfrenta unos acercamientos con Farc, escenario civilizado
que aplaudo con entusiasmo.
Desde la redacción de ANNCOL, juramos seguir en la tarea de enfrentar
la injusticia a través de intensificar el trabajo y fortalecer la misma agencia
de la cual Joaco fue el cofundador.