abpnoticias-Fernando Acosta Riveros-2011-10-27.- Seis meses después de haber sido detenido en Caracas y entregado por el gobierno venezolano a los carceleros de Colombia, Joaquín Pérez Becerra, periodista bolivariano, fundador de la Agencia de Noticias Nueva Colombia (ANNCOL), se encuentra preso en la cárcel La Picota, prisión de máximo castigo, cerca a Bogotá.
Los delitos del promotor bolivariano consisten en haber sobrevivido a la guerra de intimidación y exterminio que el Estado colombiano ejecutó contra la Unión Patriótica y participar en la fundación de una agencia de noticias y análisis en Suecia para promover el diálogo y la solución política del conflicto armado en la patria de Camilo Torres Restrepo.
Los integrantes del Movimiento Continental Bolivariano, en cada uno de los países de nuestra América, hemos demandado la libertad para nuestro compañero Joaquín Pérez Becerra, quien ha sufrido persecución desde los años 80 del pasado siglo XX cuando tuvo que abandonar Colombia, luego de que su esposa fuera asesinada y él, recibiera constantes amenazas de los grupos paramilitares de extrema derecha patrocinados por los gobiernos oligárquicos colombianos, para defender “la democracia y las tradiciones”, es decir, para defender los excesos de los privilegiados y conservar la tradición de amenazar, asesinar y desaparecer a políticos disidentes.
Desde el 23 de abril del presente año, cuando fue detenido Joaquín Pérez Becerra en el aeropuerto Maiquetía de la capital venezolana y entregado al gobierno que preside Juan Manuel Santos, han aumentado los atropellos contra los presos políticos que suman en octubre 7 mil 500. También aumentan los desplazados por la guerra. Se calcula que son 4 millones de seres humanos en Colombia afectados directamente por el conflicto. También ha crecido la solidaridad con los prisioneros políticos y la campaña denominada “Joaquín Pérez Becera es periodista No es terrorista”, recorre ciudades y poblaciones en los diferentes continentes.
La Unión Patriótica (UP) es el movimiento político surgido de las negociaciones de paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno de Belisario Betancur Cuartas (1982-1986). El Estado colombiano con el auxilio de los paramilitares asesinó a cino mil integrantes de la UP. Muchos de los sobrevivientes tuvieron que salir de Colombia o pasar a vivir en la clandestinidad. Siete gobiernos han prometido pacificar al país suramericano desde la administración de Betancur hasta el actual gobierno de Juan Manuel Santos, pero ninguno ha tenido la voluntad política para democratizar las instituciones y la vida cotidiana de los colombianos.
ANNCOL, la agencia informativa y de análisis fundada en Suecia por el periodista bolivariano Joaquín Pérez Becerra, ha denunciado y documentado los crímenes cometidos por el Estado para frenar las luchas sociales. En ANNCOL han tenido voz: ambientalistas, educadores, promotores de los derechos humanos, religiosos comprometidos con la paz, sindicalistas y trabajadores que proponen construir una nueva Colombia donde se rinda culto a la dignidad de todos los hombres y mujeres.
Grupos de estudiantes colombianos, que se movilizan durante este 2011 para realizar la reforma educativa que pretende privatizar la educación y despojar de ese derecho constitucional y humano a los jóvenes y a las futuras generaciones, también se pronuncian solidarios con los presos políticos. Los estudiantes bachilleres y universitarios comprenden que las ideas defendidas por Joaquín Pérez Becerra, Liliana Obando Villota y otros patriotas prisioneros, son ideas de justicia social y forman parte de la batalla política decidida a transformar a Colombia.
En la Corte Suprema de Justicia colombiana se declararon nulas las “pruebas” de terrorismo que el gobierno de Juan Manuel Santos dice tener contra el periodista colombiano. El actual mandatario continúa por la senda de su antecesor Álvaro Uribe Vélez. Acusan a políticos patriotas de la oposición como a la senadora Piedad Córdoba, basados en supuestas grabaciones de documentos que aparecieron en las computadoras que utilizaba el también patriota y promotor de la paz, Raúl Reyes, comandante de las FARC, asesinado durante la invasión militar colombiana a Sucumbíos, Ecuador, el día primero de marzo del año 2008.
Los presos políticos en Colombia sufren hostigamiento y se les niega asistencia médica. Varios de ellos son enviados a cárceles ubicadas en ciudades lejanas donde no tienen familiares ni amistades. Ramiro Orjuela, abogado de Joaquín Pérez Becerra, quien realizó una gira por varias ciudades europeas para informar sobre el caso del periodista fundador de ANNCOL, comentó: “Se creía que con la terminación del gobierno de Álvaro Uribe cesaba la horrible noche, pero esa noche siguió y aquí estamos todavía en la horrible noche”.
Desde la patria de Ricardo Flores Magón, periodista y revolucionario, muchas veces perseguido y puesto preso, estudiantes y trabajadores mexicanos han manifestado su solidaridad con Joaquín Pérez Becerra, el compañero y hermano bolivariano de Colombia. Con espíritu agonista libertario también han cuestionado la actitud de las autoridades venezolanas al entregar compañeros bolivarianos a los carceleros colombianos donde los presos políticos no tienen juicios justos porque las autoridades cómplices del narcotráfico y el paramilitarismo solamente saben castigar a los patriotas y obedecer al imperio estadounidense y británico. ¡Libertad para Joaquín Pérez Becerra, periodista bolivariano de nuestra América!
Los integrantes del Movimiento Continental Bolivariano, en cada uno de los países de nuestra América, hemos demandado la libertad para nuestro compañero Joaquín Pérez Becerra, quien ha sufrido persecución desde los años 80 del pasado siglo XX cuando tuvo que abandonar Colombia, luego de que su esposa fuera asesinada y él, recibiera constantes amenazas de los grupos paramilitares de extrema derecha patrocinados por los gobiernos oligárquicos colombianos, para defender “la democracia y las tradiciones”, es decir, para defender los excesos de los privilegiados y conservar la tradición de amenazar, asesinar y desaparecer a políticos disidentes.
Desde el 23 de abril del presente año, cuando fue detenido Joaquín Pérez Becerra en el aeropuerto Maiquetía de la capital venezolana y entregado al gobierno que preside Juan Manuel Santos, han aumentado los atropellos contra los presos políticos que suman en octubre 7 mil 500. También aumentan los desplazados por la guerra. Se calcula que son 4 millones de seres humanos en Colombia afectados directamente por el conflicto. También ha crecido la solidaridad con los prisioneros políticos y la campaña denominada “Joaquín Pérez Becera es periodista No es terrorista”, recorre ciudades y poblaciones en los diferentes continentes.
La Unión Patriótica (UP) es el movimiento político surgido de las negociaciones de paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno de Belisario Betancur Cuartas (1982-1986). El Estado colombiano con el auxilio de los paramilitares asesinó a cino mil integrantes de la UP. Muchos de los sobrevivientes tuvieron que salir de Colombia o pasar a vivir en la clandestinidad. Siete gobiernos han prometido pacificar al país suramericano desde la administración de Betancur hasta el actual gobierno de Juan Manuel Santos, pero ninguno ha tenido la voluntad política para democratizar las instituciones y la vida cotidiana de los colombianos.
ANNCOL, la agencia informativa y de análisis fundada en Suecia por el periodista bolivariano Joaquín Pérez Becerra, ha denunciado y documentado los crímenes cometidos por el Estado para frenar las luchas sociales. En ANNCOL han tenido voz: ambientalistas, educadores, promotores de los derechos humanos, religiosos comprometidos con la paz, sindicalistas y trabajadores que proponen construir una nueva Colombia donde se rinda culto a la dignidad de todos los hombres y mujeres.
Grupos de estudiantes colombianos, que se movilizan durante este 2011 para realizar la reforma educativa que pretende privatizar la educación y despojar de ese derecho constitucional y humano a los jóvenes y a las futuras generaciones, también se pronuncian solidarios con los presos políticos. Los estudiantes bachilleres y universitarios comprenden que las ideas defendidas por Joaquín Pérez Becerra, Liliana Obando Villota y otros patriotas prisioneros, son ideas de justicia social y forman parte de la batalla política decidida a transformar a Colombia.
En la Corte Suprema de Justicia colombiana se declararon nulas las “pruebas” de terrorismo que el gobierno de Juan Manuel Santos dice tener contra el periodista colombiano. El actual mandatario continúa por la senda de su antecesor Álvaro Uribe Vélez. Acusan a políticos patriotas de la oposición como a la senadora Piedad Córdoba, basados en supuestas grabaciones de documentos que aparecieron en las computadoras que utilizaba el también patriota y promotor de la paz, Raúl Reyes, comandante de las FARC, asesinado durante la invasión militar colombiana a Sucumbíos, Ecuador, el día primero de marzo del año 2008.
Los presos políticos en Colombia sufren hostigamiento y se les niega asistencia médica. Varios de ellos son enviados a cárceles ubicadas en ciudades lejanas donde no tienen familiares ni amistades. Ramiro Orjuela, abogado de Joaquín Pérez Becerra, quien realizó una gira por varias ciudades europeas para informar sobre el caso del periodista fundador de ANNCOL, comentó: “Se creía que con la terminación del gobierno de Álvaro Uribe cesaba la horrible noche, pero esa noche siguió y aquí estamos todavía en la horrible noche”.
Desde la patria de Ricardo Flores Magón, periodista y revolucionario, muchas veces perseguido y puesto preso, estudiantes y trabajadores mexicanos han manifestado su solidaridad con Joaquín Pérez Becerra, el compañero y hermano bolivariano de Colombia. Con espíritu agonista libertario también han cuestionado la actitud de las autoridades venezolanas al entregar compañeros bolivarianos a los carceleros colombianos donde los presos políticos no tienen juicios justos porque las autoridades cómplices del narcotráfico y el paramilitarismo solamente saben castigar a los patriotas y obedecer al imperio estadounidense y británico. ¡Libertad para Joaquín Pérez Becerra, periodista bolivariano de nuestra América!